Autora: Àngels Om
Editorial: Círculo Rojo
Número de páginas: 224
Precio: 15 €
Sinopsis: Natalia, la mayor de seis hermanos, se ve obligada a quedarse de canguro mientras sus padres arreglan un asunto de trabajo. Lo que parecería una tarde aburrida, se termina convirtiendo en una aventura alucinante, un viaje por la imaginación de cada uno de los chicos, que les hará vivir experiencias increíbles: visitar Egipto, resolver acertijos y arreglar injusticias, entre otras.
Hace ya tiempo que Àngels Om tuvo la amabilidad de enviarme una copia digital de su novela, y sin embargo no ha sido hasta el pasado viernes cuando me senté a leerla. Sobre todo por falta de tiempo, ya que desde antes de las vacaciones de Navidad estoy que no estoy, pero ahora parece que la cosa se va estabilizando y puedo volver a leer a mi ritmo.
Empecé Siete historias o excavando en el pozo de la fantasía el jueves por la noche, pero sólo me leí el prólogo. El viernes por la tarde, me senté en el sofá con mi ereader, y no paré hasta que no terminé el libro. Sencillamente, no había forma de dejar a medias semejante historia.
Narrado en pasado por Irina, la mediana de las chicas, de una forma ágil y entretenida, la historia se centra en la relación entre los hermanos, que no siempre es muy fácil. Natalia, la mayor, tiene 16 años, adolescente, y con eso lo he dicho todo; después van los trillizos, de 10 años, unos trastos pero muy inteligentes; Irina, de 8, la voz narradora y una niña encantadora y, por último (pero no menos importante), la dulce Carmen, una niña china adoptada, de 6 años. Con semejante diferencia de edad, es evidente que hay roces y a veces discusiones, pero los hermanos en el fondo se quiere y eso se nota. Y, claro, también está Nikon, el perro, que parece, en ocasiones, un niño más.
Una de las cosas que más me han gustado es lo creíbles que resultan los chicos, como personajes, y como hermanos. No debe ser nada fácil conseguir ambas cosas.
El desarrollo de la historia es tremendo. Como el título indica son siete historias, siete aventuras, una por cada hermano, más el perro. Con este planteamiento, no hay lugar para tomarse las cosas con calma. Tras una breve introducción, estamos ya metidos en la primera historia, y cada una enlaza con la siguiente. Las hay de acción, tiernas, para pensar, para emocionarse...
El derroche de imaginación de la autora es impresionante. Cada historia es diferente, acorde con la personalidad de cada niño y perro, y no cae en tópicos o cosas que hayamos visto antes, sino que innova.
Pero, desde luego, si algo me ha gustado ha sido la forma de escribir de Àngels. Una forma sencilla, directa, limpia, pero impoluta. La clase de escritura que hace que te dé igual lo que te cuenten porque te está gustando tanto la forma de contarlo que te podrían hablar de cualquier cosas y seguirías enganchado.
En definitiva, un libro que no podéis perderos, y que devoraréis en unas pocas horas.