Autor: Daniel Glattauer
Editorial: Punto de Lectura
Número de páginas: 265
Precio: 6 €
Sinopsis: A Max no le gustan las Navidades. Le recuerdan constantemente su terrible fobia a los besos. Por eso decide pasar el día de Navidad en las Maldivas, tomando el sol, pero necesita encontrar a alguien que se quede con Kurt, su braco alemán de pelo corto, que pasa todo el tiempo durmiendo debajo del sofá. Katrin responde al anuncio, pues quedarse con el perro sería un gran pretexto para no pasar la Navidad, que también es su cumpleaños, con sus padres. Las vidas de Max, Katrin y Kurt se entrelazarán de esta manera, entre casualidades, desastres y meteduras de pata.
No había leído nada de este autor hasta la fecha. Sí que había visto opiniones muy favorables a su novela más conocida, Contra el viento del norte, y su segunda parte, no tan alabada, Cada siete olas, pero nunca me había adentrado en su lectura.
Gané este libro en un sorteo hace un año en el blog de Elwen, y ahora es cuando, por fin, le he encontrado el hueco. Y cómo me alegro de haberlo hecho, porque me ha encantado el estilo del autor. Una prosa fluida, ágil, cargada con un humor ácido que me ha arrancado más de una sonrisa, Glattauer nos presenta una historia de amor muy atípica, tan atípica, que hay momentos en que no sabemos por dónde van a ir los tiros. Los personajes son muy especiales, los tres protagonistas, pero también los padres de Katrin, Aurelio y Paula, los grandes secundarios.
Glattauer tiene una prosa fresca y natural, que hace que cada página sea una delicia, cada línea un auténtico deleite. Pero no tiene problema en decir las cosas claras, y eso es lo que me ha gustado. Narrado en tercera persona del pasado, en la novela, cada capítulo es un día, empezando el 1 de Diciembre y culminando el 24. Al principio, se alternan los capítulos contados desde el punto de vista de Max con el de Katrin, pero hacia la mitad ya se mezclan, y sabemos de ambos en el mismo capítulo. No hay lugar a confusión, porque el autor escribe de una forma muy acertada (y al ser en tercera persona, el narrador siempre menciona los nombres). También se incluyen algunas partes narradas desde el punto de vista de Kurt, y esto me ha encantado. Es un perro muy especial, y sus pensamientos no tienen desperdicio.
Seguramente leeré más libros de este autor, porque este me ha dejado un gran sabor de boca. Fresco, ligero, con un humor ácido que le da un contrapunto estupendo a la historia de amor. Un autor a tener en cuenta, desde luego.