sábado, 31 de enero de 2015

Tarro-Libros 2015

   A principios de año vi a través de facebook esta iniciativa y me pareció tan mona que no pude resistir hacerme con mi propio bote y empezar a meter monedas. Hoy me apunto de manera oficial, a través de un grupo de facebook creado por Carmen, la impulsora de esta iniciativa. 

   La cosa es sencilla: coges un bote y por cada lectura metes un euro con un papelito pegado con el título de dicha lectura. Personalmente lo hago al revés: le pego el euro al papelito, lo doblo y para dentro. La idea es, el 31 de diciembre de este año, sacar todos los papelitos, coger todos los euros y comprar más libros. 

   De primeras había decidido meter un euro también por cada cómic y así lo he hecho con los tomos de Y, el último hombre, pero como veo que me voy a arruinar, seguramente meta una moneda (quizá de dos euros) por cada serie de cómic. 

   El bote es un bote de conservas que en su momento contuvo un cerebro para diseccionar (me hacía gracia la idea). Lo lavé bien varias veces y decoré la tapa con washi-tape porque me parecía un poco soso, y simplemente voy metiendo los papelitos de colores. 



   ¿Os habéis animado a apuntaros a esta iniciativa? 

viernes, 30 de enero de 2015

Pirómides, Terry Pratchett

   Os contaba hace poco que hacia mitad de esta lectura decidí abandonar el libro y al cabo de las semanas me dio pena y lo retomé. Por fin he conseguido acabarlo y por una parte me alegro, pero por otra es el libro más flojo de Pratchett de todos los que he leído. 

   El argumento desde luego prometía: mezclar la civilización egipcia (adaptada a Mundodisco, claro), con el gremio de asesinos, un toque de Troya, un toque de la Grecia clásica... y no, no ha funcionado. Tiene conceptos desde luego geniales, pero cae en la repetición de ellos hasta la saciedad así que al final el lector está ya más que harto de muchas cosas. 

    Los personajes no son nada del otro mundo, es difícil empatizar con ellos e incluso que te importe lo que les ocurra. Teppic tiene su aquel, pero aún así, con todo el potencial que tenía la historia, se queda en humo. 

   Soy muy fan de Pratchett pero no recomendaría este libro más que a los fans más incondicionales, dispuestos a perdonarle que se vuelva más pesado. Alguna sonrisilla se me ha escapado durante la lectura (si hubiera sido todo muy horrible no se me habría ocurrido retomarlo), pero no está a la altura de otros libros del mismo autor. 

miércoles, 28 de enero de 2015

Estoy leyendo #12


    Soy tremendamente cabezota en lo que a lecturas se refiere y me cuesta horrores tomar la decisión de abandonar un libro. Por ello, a pesar de que hace algo más de un mes y con la mitad de la novela leída, decidí no seguir con Pirómides de Terry Pratchett, hace unos días me acordé, me dio penita, y aquí estoy, avanzando a trompicones una lectura que está siendo más bien lenta y que no consigue engancharme. Sí, tiene momentos geniales y brillantes (es Pratchett) pero en líneas generales no, no es mi libro. 


   Empieza así: 



Estrellas y nada más que estrellas esparcidas sobre la negrura como si el Creador hubiera roto de un puñetazo el parabrisas de su coche y no se hubiera tomado la molestia de recoger los trozos. 

   
  
    Desde luego, un inicio extraño que poco va a tener que ver con lo que vendrá a continuación. 


   ¿Y vosotros? ¿Sois de abandonar libros o seguís aunque os esté costando avanzar?

miércoles, 21 de enero de 2015

Querido Word, Cristina González


 Ayer, en un impulso, dejándome guiar por las buenas críticas y la prometedora lectura de las primeras páginas (el sample que ofrece Amazon), me compré  Querido Word, de Cristina González. Puedo afirmar que difícil lo tiene el libro que lo vaya a desbancar como peor lectura del año, porque el listón está irrisoriamente alto. 

   Buscaba una lectura sencilla, entretenida, divertida. Algo para pasar el rato y ya está, así que no penséis que mis expectativas estaban altas, porque no. Lo que me he encontrado es un intento de novela, algo que no pasaría casi ni como primer borrador, y que necesita muchas revisiones. 

   Kate es desarrolladora de software y empieza a trabajar en Microsoft. El primer día, su compañero de trabajo la deja totalmente intrigada porque es un chico muy guapo pero que no habla absolutamente nada, ni la mira. Esa obsesión va creciendo según pasan los días, y en pocos días ya han tenido encontronazos y todo, porque eh, el chico no habla pero le mete mano sin problemas. 

   Lo siento, pero no. No puedo. No es una historia ni mucho menos creíble, evoca una historia de amor dependiente y enfermiza que deberíamos dejar de lado, pero además, independientemente de eso, es que no resulta natural en la novela. Las situaciones son forzadas, disparatadas, un mix de los clichés de las películas románticas (pero de las malas, ¡eh!), y además es la típica situación de chico-con-problemas-ven-p'acá-que-yo-te-arreglo. Una variante ligeramente menos perturbadora que la del chico-malo-al-puedo-cambiar. 

   Lo peor es que el argumento tenía su punto, llevado de otra manera hasta podría haber funcionado, pero es todo tan forzado, tan irreal, que no funciona. Se supone que la protagonista escribe su diario en el Word, pero se hace un lío con los tiempos verbales, no hay uniformidad y los diálogos son totalmente forzados. Que sí, vaya, está escribiendo ella, así que igual es hasta normal que las conversaciones no queden naturales, pero qué sabré yo, si a mí me parece muy raro transcribir conversaciones literalmente en un diario... 

   Y luego pasamos a la ortografía y gramática. A ver, no hay faltas gordas de querer arrancarte los ojos con un boli bic, pero sí que hay muchas faltas. Creo que no he visto tanto "laísmo" junto por escrito nunca. También lo que comentaba más arriba de los tiempos verbales, que la autora se hace un lío y tan pronto te narra en presente/pretérito perfecto como empieza a narrar en pluscuamperfecto. Eso da una sensación de irregularidad preocupante. 

   En definitiva, quizá huyendo un poco de los tópicos (la mejor amiga es modelo, ajá, sí, claro...), la historia podría funcionar después de muchas, muchas, muchas revisiones. De momento, salvo que queráis poner los ojos en blanco muchas, muchas, muchas veces, yo no os lo recomiendo. 

sábado, 17 de enero de 2015

Botín bibliotecario

   Me tira la profesión, mucho. Y es que siento una devoción por las bibliotecas que ni el kindle (del cual estoy enamorada) puede desterrar. Cierto que ya apenas compro libros en papel (lo del digital es otro tema), pero no puedo evitar acudir de tanto en tanto a la biblioteca a coger unos cuantos ejemplares, sean cómics o novelas, para leer en algún momento. Me encanta ir, pasear por los pasillos, descubrir cosas nuevas... Tiene algo como mágico que, para mí, no tiene comparación. 

   Sí, se podría comparar a recorrer los pasillos de una librería para comprar todos los libros que quiera pero ni tengo el dinero para hacerlo, ni las ganas, después de dos mudanzas y en medio de una tercera, no quiero acumular libros en papel. Al menos no libros que sean sólo texto y que mi kindle me puede dar el equivalente "sin peso". Aquí no incluimos esas excepciones que son los libros que me gustan muchomuchomuchomucho. 

   A lo que iba. Hoy ha tocado excursión a la biblioteca, en mi nuevo barrio. Es una biblioteca de la Comunidad de Madrid bastante grande y con una sección de cómic muy decente, y esto se ha venido conmigo: 




- Pollo con ciruelas, de Marjane Satrapi. Creo que me lo apunté del blog de Lahierbaroja, y al fin le ha llegado el turno. Ya, claro, no me acuerdo de por qué me lo quise leer, lo cual le da un punto de sorpresa interesante. 
- Planeta champú, de Douglas Coupland. Única novela que se ha venido conmigo y que promete ser rara no: lo siguiente. Es un autor conocido sobre todo por escribir Generación X pero a mí me llamaba más este libro para empezar su obra. Tienen algunas cosillas más en mi nueva biblio (estoy encantada con el nuevo barrio, no sé si se nota), así que si me gusta, volveré a por más. 
- Y, el último hombre: Cómos y porqués. Último volumen de esta serie de cómic y es que ya tengo ganas de saber qué es lo que mató a todos los hombres del planeta -a todo lo que tenía un cromosoma Y, en realidad-, y si esa situación va a solucionarse o no. Es una serie que me está gustando muchísimo, tiene un ritmo narrativo muy bueno y es muy fácil cogerle cariño a según qué personajes. 


   Este es el botín de este mes, que además me he prestado yo solita en una máquina de autopréstamo que han puesto nueva allí (fui la semana pasada y aún no estaba), y me ha parecido muy curioso. No sé si esto es buena noticia o no porque por un lado agiliza el servicio de préstamo pero por otro puede hacer que cada vez haya menos bibliotecarios y ya hay escasez. 

jueves, 15 de enero de 2015

Cuernos, Joe Hill

  Este libro me lo regaló mi hermana (la Mamá en apuros), allá por 2011, y no ha sido hasta el 26 de diciembre de este año pasado que he decidido empezarlo. Tengo la manía de no llevarme el kindle cuando viajo, especialmente si es en avión, así que antes de aventurarme en el frío londinense, eché un vistazo a mis estanterías y rescaté de la balda de abajo este libro. Lo empecé entonces y lo acabo hoy, alternándolo con varias lecturas más, pero considerando cómo está siendo últimamente mi ritmo lector, no está nada mal. 

   Ignatius Perrish se despierta un día con una resaca descomunal, sin recordar más que un par de flashes de la noche anterior. Se mira al espejo y el dolor no es lo único que hay en su cabeza: le han salido cuernos. Unos cuernos retorcidos, en ambas sienes, que provocan que todo aquél que se cruza con él le cuente sus más turbios secretos. 

   Poco más quiero contar del argumento de esta novela, porque me parece interesante descubrirlo al ir pasando sus páginas. Es una novela que me ha gustado bastante, con un inicio muy prometedor, cierta flojera hacia la mitad y un final que, si bien no es perfecto, me ha parecido bastante decente. Algunas cosas eran previsibles, pero el conjunto ha sido estupendo. 

   Me ha gustado esta forma de intercalar hechos importantes para la trama en forma de enormes flashbacks, separándolo de la trama principal. Me han encantado los personajes, especialmente Lee. Me parece con creces el personaje más interesante del libro y el que provoca sentimientos más fuertes. 

   Quizá no va a ser mi mejor lectura de 2015 pero desde luego ha sido una gran forma de empezar el año. 
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